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@solitalo
8. Pi/ La Solidaridad (El mantenerse unido)
La Secuencia
En las masas hay ciertamente una razón para juntarse.
Por esto sigue ahora el signo: La Solidaridad. Solidarizarse significa mancomunarse.
Signos Entreverados
La Solidaridad es cosa alegre.
El Dictamen
La solidaridad trae ventura. Indaga el oráculo una vez más, ve si tienes elevación, duración y perseverancia; si es así no habrá mancha. Los inseguros se allegan poco a poco. El que llega tarde tendrá desventura.
La Imagen
Sobre la tierra hay agua: la imagen de la solidaridad.
Así los Reyes de tiempos antiguos otorgaban en feudo los diferentes Estados; y mantenían un trato amistoso con los príncipes vasallos.
El agua sobre la tierra, se solidariza con esta. De ello se infiere positivamente esta doble enseñanza: así como el agua penetra y humedece la tierra, así las enseñanzas han de distribuirse desde arriba, y tal como el agua confluye sobre la tierra, ha de demostrar unión y solidaridad la organización social.
Es cuestión de unirse unos a otros, a fin de complementarse y de estimularse mutuamente mediante una solidaria adhesión. Para semejante solidaridad, es preciso que exista un centro en torno al cual puedan congregarse los demás. El llegar a ser centro para la solidaridad de los hombres, es asunto grave que implica gran responsabilidad. Requiere, en el fuero interno, grandeza, consecuencia y vigor. Examínese pues, a sí mismo quien desee reunir en su torno a otros, con el fin de cerciorarse si se halla a la altura de la situación; pues quien pretenda unir a otros sin estar marcado con el sello que da una verdadera vocación, ocasionará una confusión mayor que si no hubiera tenido lugar unión alguna.
Pero donde existe un verdadero foco de unión, allí los inseguros, aquellos que al comienzo vacilan, van acercándose, paulatinamente por sí mismos. Quienes llegan tarde sufrirán los perjuicios que ellos mismos se causan. También en el caso de la solidaridad se trata de caer en la cuenta de cuál es el buen momento, el tiempo justo. Los vínculos se establecen y se fortalecen de acuerdo con determinadas leyes internas. Los consolidan experiencias vividas en común, y el que llega tarde y ya no puede participar de esas fundamentales experiencias conjuntas, tendrá que sufrir, en su condición de rezagado, las consecuencias de encontrar la puerta cerrada.
Ahora bien, quien ha reconocido la necesidad de la cohesión y no siente dentro de sí la fuerza suficiente para actuar él como centro de la solidaridad, tiene el deber de unirse a otra comunidad organizada.