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@solitalo
Tea o Theia era la Titánide de la vista, una de las diosas que formaban parte de la poderosa raza de los Titanes, que precedieron y dieron luz a los dioses griegos del Olimpo. Sus padres eran Gaia y Urano, la Tierra y el cielo, y su nombre puede traducirse por «diosa». Tea era la responsable de dotar al oro, la plata y las piedras preciosas su brillo y su valor intrínseco. Dado que representa la facultad de la vista posee también la capacidad de evaluar con claridad cualquier situación, y por consiguiente, de quitarnos de los ojos la venda que nos ciega a la realidad.
Tea se casó con su hermano Hiperión, que era así mismo un dios de la luz, y fue madre de Helios, el Sol y Selene, la Luna -a quienes se conoce como «las luces del cielo»- así como de Eos, la aurora. Tea tenía un santuario oracular en Tesalia al que la gente acudía a «ver la luz» oculta tras la oscuridad de sus problemas.
Meditación
La luz me permite ver el brillo exterior,
que a pesar de su centelleo quizá no tenga valor intrínseco.
Fuente: Julie Loar. Diosas para cada día.