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@solitalo

VITRUBIO

Es común en los últimos tiempos con toda la revolución energética que se está gestando desde hace ya algún tiempo, hablar de esoterismo, muchos creen que todo es «esotérico», otros se aprovechan del desconocimiento de la mayoría para decir que algo es o no es «esotérico», pues me pareció interesante que entendamos bien el concepto para así poder diferenciar las cosas y no dejarnos engañar por personas que por falta de escrúpulos o por ignorancia juegan con la fe del colectivo.

Esotérico viene de la raíz griega esoterikos, que quiere decir íntimo (oculto, reservado).

Según el diccionario Larousse: [adjetivo]
1 Que está oculto a los sentidos y a la ciencia y sólo es perceptible o asequible por las personas iniciadas: doctrina esotérica; las fórmulas litúrgicas tienen un sentido esotérico; la cábala desarrolla un saber esotérico y misterioso.
2 Que es incomprensible o difícil de entender: esotéricos mensajes.

Esoterismo, también se refiere, a un tipo de enseñanza oculta o secreta que no es dada a saber abiertamente a todo el público. Y esto, no es por egoísmo, sino porque se necesita de cierto grado de desarrollo o trabajo personal para poder comprender e incorporar sus conceptos y objetivos evitando así el riesgo de ser ridiculizados o considerados simples supersticiones carentes de valor.

Por eso, estos conocimientos han sido siempre limitados para una minoría, hasta el día de hoy, donde es posible afirmar, sin lugar a dudas, que ya se está preparando el terreno para que esta enseñanza sea dada más abiertamente, permitiendo una mayor amplitud mental y terminando con algunos prejuicios infundados.

En nuestra vida cotidiana es fácil observar todo tipo de influencias esotéricas y ocultistas. Si somos de inclinación católica veremos el ocultismo puro en los ritos más comunes de la Iglesia, como en la Sagrada Eucaristía, donde el sacerdote quien a través del uso de ciertas palabras de poder y de movimientos específicos con las manos, irradia a la materia representada en la hostia, logrando así que todos aquellos feligreses que se ponen en contacto con la misma sientan algún beneficio en su vida.

A ritos como este, la Iglesia católica les llama «milagros», pero en realidad son conocimientos esotéricos, o sea que son reservados para ciertas personas preparadas o Iniciadas en el mundo oculto de la doctrina filosófico-esotérica católica. Los instructores ocultistas, conocedores del mundo invisible, realizan ritos similares a los de la iglesia y esto se debe a que desde antes del nacimiento del cristianismo, estos rituales ya eran realizados por los pueblos paganos dentro de las ceremonias más habituales.

Cuando estamos en misa observamos las expresiones externas del sacerdote que captan la atención de los feligreses, pero detrás de todo esto hay un procedimiento interno, reservado, esotérico que es más profundo y es realmente el componente que da la energía o espíritu necesarios a la operación.

Por ejemplo, en la Semana Santa vemos la Bendición del fuego y fácilmente encontramos referencias de todas las religiones como el Hinduismo, el Islamismo, el Budismo, donde es causa de mucha veneración y respeto esa llama emanada de una vela u otro objeto similar. También, es posible ver a nuestros abuelos, nuestros amigos, nuestros padres encender de vez en cuando alguna vela en cualquier lugar de manera intuitiva, sin saber racionalmente el motivo u origen de dicha influencia. Parte de la respuesta esotérica a ese interrogante es que desde siempre el fuego ha representado a Dios, y por ello su veneración tan difundida en tantas tradiciones y culturas diferentes.

No podemos negar que el concepto de esoterismo ha sido víctima de abuso por parte de algunos individuos estafadores, y farsantes sin escrúpulos, que aparecen en las calles de nuestras ciudades o en algunos medios de comunicación, ofreciendo ayuda, anunciando «milagros» o soluciones infalibles, las cuales jamás prosperan porque todo lo que realizan es una cruel mentira fundamentada en el interés económico, o la fama mediática, dañando así el trabajo y la reputación de quienes transitan colaborando en este sendero seria y responsablemente.

Afortunadamente, una nueva tendencia en los últimos años, adjudicada por muchos pensadores a la nueva era de Acuario, apunta a la integración y comprensión de una manera holística de los procesos vivenciales, sus protagonistas y sus contextos, permitiendo el espacio más adecuado para conjugar respuestas dentro de una visión más universalista en la cual el ser humano saldrá beneficiado.

Recuerden lo que siempre les he dicho, cualquier mensaje, información o práctica que llegue a ustedes deben pasarla por el «filtro» del corazón, porque en última instancia es el único que no miente, aunque no tengas unos grandes conocimientos, siempre puedes preguntar o investigar, y en última instancia sentirás en tu ser si eso te conviene o no, estas son cosas que no deben tomarse a la ligera, porque lejos de beneficiarte puedes salir perjudicado y no sólo en lo personal, sino que puedes dañar a grupos como tu familia, compañeros de trabajo e incluso a un país completo. La magia del libre albedrío está siempre presente y eres tú quien tiene la última palabra, feliz viaje…