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@solitalo

Décima Dimensión: Comienzos, paradojas y preguntas

Hay poco para decir de esta dimensión y también de la próxima. La décima dimensión requiere una comprensión del ser como más que el ser, a fin de ser bien comprendida. Ustedes no pueden avanzar hacia la décima dimensión desde la novena, porque ellas no son lineales, tal como hemos dicho anteriormente. Ellas no son progresiones naturales la una de la otra, o el próximo paso en un escalera cósmica. Ellas son reinos de energía accesibles con propósito, cada una relacionándose con todas las otras en formas únicas y específicas que no pueden ser comprendidas por la mente lógica. Ustedes no encontrarán un aula o un maestro que dé este tema, pero encontrarán muchas aulas, maestros y otras formas de ayuda cuando se presenten en cualquiera de estas áreas energéticas.

La décima dimensión es un lugar de comienzos energéticos, ella responde a preguntas que nunca son formuladas y resuelve paradojas que aún no han sido experimentadas. Como un ejemplo simple, imaginen que ya han completado todas las experiencias que habían programado experimentar en esta vida. Adicionalmente, imaginen que los objetivos y propósitos de esta vida ya han sido cumplidos, pero curiosamente ustedes están seguros que su tiempo en la tierra y dentro de su cuerpo físico aún no se ha completado. La sabiduría disponible en la décima dimensión les podría ayudar para redirigir su potencial más elevado, al redistribuir su estructura energética y alineándolos con un propósito nuevo.

Aquellos que necesitan el tipo de asistencia que se encuentra en esta dimensión, simplemente se encuentran a si mismos en ella, no hay otra forma de hacerlo. Por ejemplo, ustedes no pueden constatar que su propósito se ha hecho demasiado difícil o desagradable e ir a la décima dimensión y cambiarlo por otro propósito. Esta es una de las razones por las cuales es altamente inaccesible para su nivel de conciencia. Esto no es mencionado como una forma de juicio, simplemente es la manifestación de un hecho. Dada la condición del mundo y los actuales yuxtapuestos alineamientos de la mayoría de las almas con su propósito único, la fila de seres deseando cambiar, negociar o retornar su propósito sería más larga que la cola de un cometa.

Una segunda oportunidad en la Décima Dimensión

La décima dimensión es la dimensión de la segunda oportunidad o nuevo comienzo. Ella puede realinear a un ser con un nuevo propósito cuando se cumple con un criterio específico. Empleando otro ejemplo, digamos que el propósito kármico los ha colocado en prisión durante muchos años. Durante su encarcelamiento muchas cosas han sido cambiadas o alteradas con respecto a su intento original, el cual es más incluyente que el obvio tiempo compensatorio recibido a cambio del crimen cometido. Imaginen, por ejemplo, de que aquellos con los que habían comprometido su devoción en esta vida ya habían descubierto en si mismos los medios para avanzar sin su ayuda. Quizás ellos encontraron el perdón dentro de ellos mismos, el cual permite que otros sean perdonados también. En ese caso, no tendría sentido que ustedes tuviesen que completar algo después de haber sido liberados, pero una añoranza persistente y resuelta dentro suyo aún se halla enfocada y determinada a vivir un vida llena de significado. Es muy probable que su añoranza los llevara a la décima dimensión.

Las experiencias de Walk-In (almas entrantes) frecuentemente están asociadas con este reino, tal como lo son otras circunstancias ciertamente trágicas en las cuales un alma se halla separada temporalmente de su conexión con la fuente (frecuencia divina). Vidas muy breves tales como las que resultan en una condición normalmente llamadas muerte de cuna, también están asociadas con esta dimensión, tal como lo son las vidas abortadas, sin tener en cuenta la razón o la fuente de elección para el aborto. Los suicidios y homicidios son otra cosa totalmente distinta, dado que frecuentemente están relacionadas con un propósito, aunque no lo parezcan estar. Un ser no recibe una nueva vida o un nuevo propósito simplemente porque han terminado el suyo propio o porque el suyo ha sido terminado por otro ser.

Undécima Dimensión: Energías Angélicas de apoyo

La onceava dimensión es el punto de acceso o lugar de intercesión invocado por aquellos de origen angélico. Es la dimensión en la que las oraciones son respuestas, o expresándolo mejor, es la dimensión que crea la esfera de energía divina que ofrece orientación y apoyo angélico. Sería inadecuado el dirigir las oraciones a la onceava dimensión, porque no es posible recibirlas aquí. La onceava dimensión apoya energías angélicas que apoyan realidades físicas y no físicas, incluyendo aquellas del plano de la tierra. Las energías angélicas y seres son dirigidos por frecuencias específicas que están sintonizadas con perfección a Todo Lo Que Es. La energía angélica emana de la mente de Todo Lo Que Es. Es ahí donde es creado y mandado a fluir y seguir dentro del plan de perfección de Todo Lo Que Es.

Las frecuencias angélicas son atraídas hacia aquello que es perfecto y aquello que está en oposición a la perfección, es por eso que con la mayor frecuencia los ángeles son experimentados por la humanidad por lo que llamarían santos y pecadores. Esto no quiere decir que ustedes tienen que estar en una de estas categorías a fin de recibir la ayuda del reino angélico, sino que quiere decir que ustedes deben estar dispuestos a recibir la ayuda colocándose a si mismos en un estado energético de conveniencia receptiva y de buena voluntad. En otras palabras, tienen que estar dispuestos a participar en su propia sanación o en su propio milagro, tal como pueda ser el caso. Es por eso que algunas veces parece que algunas oraciones reciben respuestas mientras que otras no. Todas las oraciones son recibidas vibratoriamente y son respondidas en la misma forma, pero el cómo responde cada ser frente a lo que recibe es otra cuestión totalmente distinta, y es un tema sobre el cual se podrían escribir volúmenes.

La onceava dimensión también es un punto de acceso para ángeles terrestres, seres angélicos en cuerpos físicos. La naturaleza de luz etérica de su estado de ser les permite una transición más fácil de y hacia otros reinos de experiencia, si eso es su elección. Con mayor frecuencia no lo es. Los ángeles terrestres están aquí para tener una experiencia humana que es muy física en su naturaleza. Ellos no se registran para una aventura fácil o tipo turista en el plano terrestre. Ellos están aquí pera ser de ayuda a la humanidad al relacionarse con la humanidad tal como otros seres no lo podrían hacer. Ellos se encuentran entre ustedes en cada faceta de experiencia y condición de vida, y sí, ellos incluso pueden ser encontrados entre los militares.

La onceava dimensión sostiene la frecuencia para lo milagroso. Es el campo de todas las posibilidades infundidas con propósito y presencia. Aunque ustedes no puedan acceder o participar dentro de este reino, ustedes pueden invitar a lo que parece ser imposible hacia su vida convirtiéndolo en posible. Ustedes pueden acceder a la energía en forma indirecta al adoptar una posición de fe, confianza y esperanza en todos sus deseos y aspiraciones. Mientras que ustedes no pueden invocar o invitar a la onceava dimensión, ciertamente pueden invitar a un ángel para tomar el té.

Duodécima Dimensión: La Mente Universal

La doceava dimensión fusiona la mente, conciencia y percepción con el corazón, alma y propósito. En la doceava dimensión la mente ya no sigue existiendo como un aspecto individual del propio ser, sino como una percepción expandida de propósito unido.

Esta es la dimensión de la mente universal que existe más allá del pasado, presente o futuro lineal. La doceava dimensión permite el acceso a todas sus vidas como aspectos del propio ser más grande, en lugar de la percepción más baja del ser. En esta dimensión ustedes experimentarían sus vidas y saben que fueron suyas, sin sentir un apego de cualquier forma hacia ellas.

La doceava dimensión es una extensión de la mente creativa de Todo Lo Que Es. Es ilimitada y rica en ideas y posibilidades que son de ustedes con solamente pedirlas y tomarlas. La doceava dimensión pone a disposición estas expresiones creativas para todos aquellos que eligen participar en ellas. Es por ello que es posible que mientras que ustedes tuvieron una idea de una expresión creativa durante bastante tiempo, repentinamente ven que otro lo manifiesta. Es una plataforma de expresión incondicional e ilimitada.

Se puede acceder a la doceava dimensión en cualquier momento y de cualquier otra dimensión de experiencia, sin embargo son pocos los que eligen hacerlo, ya que no se consideran a si mismos merecedores de semejante tratamiento preferencial.

Muchos, si no la mayoría de los seres están bien acostumbrados de trabajar para ganar cada una y todas las experiencias. Esta dimensión no ofrece lecciones y no precisan de pretexto alguno o clave secreta para conseguir la admisión. Es la dimensión de la cueva secreta de Merlín y de los milagros y tesoros encontrados por Aladín. Se accede mediante el deseo de estar en un estado de unidad creativa con la Fuente, y no hay otros requisitos previos.

La doceava dimensión es la última dimensión de imperfección o la primera dimensión de perfección, dependiendo de su punto de vista. Hay doce experiencias o capas de densidad dentro de la doceava dimensión, cada una inspirando un aspecto específico pero sutil de creatividad divina. Cuando se accede a la doceava dimensión ustedes automáticamente se encontrarán a si mismos en una densidad creativa que es la más apropiada para ustedes.

Dentro de cada densidad hay también 360 grados de aspectos o alineamientos, y debido a que la doceava dimensión no es lineal en su alcance, hay una infinita cantidad de espacio entre los alineamientos de energía creativa. Bien pueden comenzar a imaginarse el brillo incondicional de esta dimensión, mientras que ponderan su significado relativo en su vida y en sus esfuerzos creativos.

Su conexión incondicional con Todo lo que Es

Esta dimensión les asegura que ningún ser o propósito es similar en vez alguna. Es una garantía de que ustedes son únicos entre todos los demás y así lo son sus ideas, preocupaciones, deseos y perfecciones. La doceava dimensión es su conexión incondicional con Todo Lo Que Es.

Todos los reinos acceden a esta dimensión y se perfeccionan a través de ella. Es debido a esta dimensión que un lobo sabe cuándo debería temer a un humano y una vaca comprende que llegará el día en que será comida. Un árbol sabe dónde colocar sus raíces y cuan alto extiende sus ramas y un pájaro sabe qué canción cantará. Hace mucho tiempo atrás los dinosaurios aprendieron acerca de su inminente transformación y la humanidad descubrió su futuro cósmico.

La doceava dimensión es la llave para el pasado y el futuro a través de la belleza y perfección del presente. Ella contiene el código cósmico para todo lo que ustedes han sido como así también la instrucción creativa para todo lo que pueden llegar a ser. Es tanto su perdición como su devenir.

La doceava dimensión está asociada con el reino cristalino, es el estado consciente o percepción de todos los minerales y piedras preciosas que les encantan. Es la perfección de la doceava dimensión la que asegura la transición de la humanidad hacia su versión de perfección cristalizada, la que no puede ser desbaratada por ninguna otra realidad. Es todo lo que ustedes pudiesen querer o esperar en este momento.

Experimenten el Universo Infinitamente

Aunque este universo no es infinito, las formas en las que ustedes pueden experimentarlo lo son. Esta paradoja no puede ser explicada pero puede ser experimentada porque ustedes son un aspecto de la Fuente y la Fuente es infinita.

Las doce dimensiones que han sido descritas aquí han sido ofrecidas como un panorama general o comprensión inicial. No es la intención que ellas limiten o definan aquello que solamente puede ser experimentado. La naturaleza única de cada ser se expandirá debido a las ideas ofrecidas aquí y les conferirá su propia comprensión original y la verdad.

Yo les brindo un amor dimensional acoplado con una profundidad de devoción y consideración insondable.

por Francisco Farias