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@solitalo, autores, conciencia, Omraam Mikhaël Aïvanhov, reflexiones
La paciencia es la más grande manifestación del amor. En búlgaro paciencia se dice «tarpénie» y el término «delgotarpénie» designa la paciencia de Dios. A Dios se le llama «delgotalperniv», lo que se puede traducir por » longánimo» («deleg» significa largo). «Longanimidad» no es una palabra que a menudo escuchen pronunciar, pero es la más adecuada para designar la infinita paciencia de Dios.
Examinemos pues durante un instante, esta maravillosa paciencia. Desde hace millones y millones de años, Dios espera que las piedras se conviertan en hombres, y nada puede perturbar su paz. Él soporta todo, ni siquiera se mueve cuando ve cómo tantas criaturas malvadas cometen crímenes y saquean el mundo que creó. Esta paciencia es ciertamente la cosa más sorprendente, la cosa más incomprensible que existe. Para comprenderla sólo hay un camino: esforzarse por aproximarse a ella por todos los medios, porque ninguna definición, incluso la más sabia, puede hacernos comprender esta misteriosa longanimidad de Dios que es la expresión de su amor.
Omraam Mikhaël Aïvanhov