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@solitalo, autores, conciencia, espiritualidad, Omraam Mikhaël Aïvanhov, reflexiones
Desde el punto de vista iniciático, el caballo es un símbolo de nuestra naturaleza inferior, de nuestra naturaleza inferior, que se expresa a través de los cuerpos físico, astral y mental. El trabajo del discípulo consiste primeramente, en ejercer un control sobre su caballo, o más exactamente, sobre sus tres caballos. Para esto debe saber cómo tener correctamente las riendas en las manos.¿Qué son las riendas? Los vínculos fluídicos que el caballero establece entre sus tres caballos y él mismo para poder dominarlos y conducirlos en la dirección correcta.
Para que estos tres caballos obedezcan y anden juntos en armonía, también hay que alimentarlos convenientemente con alimentos apropiados. El caballo físico, el cuerpo, necesita una alimentación sana, fresca y también necesita ejercicios para volverse resistente. El caballo astral, el corazón, necesita pureza, amor y dulzura. En cuanto al caballo mental, el intelecto, hay que alimentarlo únicamente con sabiduría y con luz.
Omraam Mikhaël Aïvanhov