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@solitalo, autores, conciencia, espiritualidad, minuto de sabiduría, Omraam Mikhaël Aïvanhov, reflexiones
Después de haber desperdiciado la mayor parte de sus facultades y de sus energías en placeres y distracciones, sucede que los hombres y las mujeres deciden formar un hogar. Ya no tienen nada que aportar a una familia, eso que importa, se casan y tienen hijos, ¡vaya padres los que tienen estos hijos! Pues bien, esto es más o menos lo que sucede con ciertas personas que un día deciden servir a Dios. Durante años se divierten, prueban sin medida todos los placeres de la vida, y cuando no les queda más energía para continuar con este tipo de vida y cuando ya no les queda más energía para continuar con este tipo de vida, deciden ponerse al servicio del Señor. ¿Pero qué puede hacer el Señor con un ejército de inválidos, de lisiados y de decrépitos?
No hay que esperar a estar viejo, acabado e incapaz para ponerse al servicio del Señor. Es cuando uno es bello, cuando uno está joven y lleno de fuerzas que uno debe tener una disciplina, un ideal y consagrar su vida al Cielo. El Cielo entonces, se tiende sobre seres así para depositar en ellos su sabiduría y su amor. No los abandona y les da posibilidades para alcanzar su ideal divino.
Omraam Mikhaël Aïvanhov