Por Aimee Kuvadia
Evan Thompson investigador de la Universidad de Columbia Británica ha confirmado que la enseñanza budista del no-yo, o anatta (pali), anatman (sánscrito), es algo más que una teoría.
“Los budistas argumentan que nada es constante, todo cambia con el tiempo, tienes un flujo de conciencia cambiando constantemente. Y desde una perspectiva neurocientífica, el cuerpo y el cerebro son un flujo constante. No hay nada que corresponda a la noción de que existe un yo inmutable”.
La aceptación de esta realidad, de que nada permanece igual, debería ser muy liberadora, porque la gente ya no se definiría por sus pensamientos o se identificarían con una idea establecida de quienes son. Sus posibilidades serían infinitas.
Los monjes budistas han conocido desde hace miles de años lo que la ciencia está descubriendo ahora: Que la mente puede cambiar si se la entrena. La neuroplasticidad, (la capacidad del sistema nervioso para cambiar, adaptarse y moldearse a nivel estructural y funcional, mediante el desarrollo neuronal y cuando es sometido a nuevas experiencias) dota a las personas de la capacidad de crecer y evolucionar, triunfando sobre los malos hábitos y pudiendo convertirse entonces en los individuos que quieren ser.
Sin embargo, ni los budistas ni los neurocientíficos tienen una respuesta determinante sobre exactamente cómo se relaciona la conciencia con el cerebro. De hecho, las disciplinas divergen sobre algunos conceptos del tema. En el budismo se cree que existe alguna forma de conciencia que no depende de un cuerpo físico, mientras que los neurocientíficos (Thompson incluido), están en desacuerdo.
“En neurociencia, muchas veces nos encontramos con personas que afirman que el ‘yo’ es una ilusión creada por nuestro cerebro. Mi opinión es que el cerebro y el cuerpo trabajan en conjunto en el contexto de nuestro medio físico para construir un sentido del yo. Y me parece errado decir que solo porque es una construcción, es una ilusión”.
Traducción de Helena Barquilla
Fuente: http://www.good.is/articles/neuroscience-says-no-self
Pingback: La neurociencia encuentra lo que los budistas saben desde hace siglos: no hay un yo constante. — Compartiendo Luz con Sol | LUZ EN AGORA
Sergio dijo:
Esto está muy bueno e interesante, realmente os agradezco mucho.
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Rogelio Aguayo Medina dijo:
muy interesante, y comentarios muy acertados, pero el hecho de que es una ilusión no se refiere a que el yo sea una ilusión porque solo es una construcción de las percpciones a través de cuerpo y mente, sino se refiere a ilusión porque no comprendemos la realidad de cada instante porque tenemos conceptos preconceptos creencias y no percibimos en limpio tal como es el hecho sino lo interpretamos conforme nuestras creencias conceptos y preconceptos, fíjate, di algo incompleto sin decir a que te refieres y la gente responde, porque cree que dijiste tal cosa respecto a tal cosa aunque no lo hayas dicho es porque no estamos despiertos porque estamos en el pasasdo futuro o en nuestra fantasía además de interpretar las cosas conforme nuestros concepto preconceptos creencias por eso no percibimos la realidad tal como es y esa es la razón de que se diga que el sentido del yo y la mayoría de nuestras percepciones son una percepción distorcionada de la realidad esto es, una ilución.
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